¡Hay buenas noticias! Primero, tú no eres el problema y definitivamente no estás solo/a en estos sentimientos. Segundo, es posible que no estés utilizando la mejor técnica para prepararte, un problema que puedes solucionar aplicando las siete estrategias sencillas que hemos recopilado a continuación para ti.
Comienza temprano y planifica tus sesiones de estudio con anticipación:
Cuanto antes te prepares para un examen, más tiempo tendrás para asimilar el contenido y obtener respuestas a las preguntas de tu profesor o compañeros de clase. De la misma manera, es crucial programar tus sesiones de estudio y comprometerte con ese horario. Encuentra un momento en el que normalmente te sientas más despierto y asegúrate de que no interfiera con el entrenamiento de fútbol o el horario de tu programa favorito para poder concentrarte plenamente.
2. Encuentra un lugar adecuado para estudiar:
No comerías en el baño ni bailarías en medio de una autopista ¿verdad?. De manera similar, prepararte para un examen requiere que encuentres un lugar adecuado libre de distracciones, donde puedas concentrarte realmente. Evita estudiar en habitaciones donde las personas puedan ver televisión, jugar videojuegos o tener conversaciones (¡y definitivamente no estudies en la cama!).
3. Crea un horario y cúmplelo:
Evita saltar de un tema a otro sin organización. Esa técnica solo te dejará confundido, abrumado y con más preguntas. En cambio, enumera los temas que debes estudiar para aprobar el examen y elabora un plan sobre cuándo y cómo los revisarás. Al hacer esto, sabrás qué has cubierto, qué queda por revisar y qué debes preguntarle a tu profesor o monitor.
4. Prueba diferentes técnicas de estudio:
Si sentarte y leer conceptos hace que tus ojos se pongan llorosos o dormilones y tu mente divague, entonces intenta leer los temas en voz alta mientras caminas por la habitación como si te estuvieras contando una historia a ti mismo. Después de recitar, siéntate y resume lo que acabas de aprender. Otros métodos que puedes probar incluyen: crear mapas mentales, resumir con tus propias palabras lo que estás estudiando, grabarte leyendo y escuchar activamente, usar tarjetas didácticas, crear mnemotécnicas, acertijos y trucos mentales similares. Hay infinitas posibilidades. Tómate el tiempo para encontrar el que funcione para ti.
5. Utiliza la tecnología:
No nos referimos a que vayas a las redes sociales y les cuentes a tus seguidores lo que has leído cada cinco minutos. Lo que estamos diciendo es que existen muchas aplicaciones móviles y sitios web gratuitos que pueden ayudarte a repasar diferentes conceptos de manera divertida. Prueba resolver cuestionarios en línea con Quizlet o Kahoot!, mira una charla TED, visita The LAB y revisa cursos relacionados con lo que estás estudiando o consulta sitios web como NewsELA o BrainPop para explorar artículos sobre tu materia de examen. Créenos: una vez que comiences tu recorrido por los divertidos e infinitos sitios web y aplicaciones educativas que hay disponibles, ¡te sorprenderás!
6. Toma descansos activos:
Tan importante como sentarte, concentrarte y estudiar, es tomar descansos activos. Levántate de tu escritorio, da un paseo enérgico, haz una siesta de 20 minutos, bebe suficiente agua, habla con un amigo y haz todo lo posible para recargarte y volver a estudiar con una perspectiva fresca y un cerebro descansado. Estudiar durante horas sin descanso puede dejarte más confundido y abrumado; sin embargo, incluir descansos en tu horario de estudio asegurará que aproveches al máximo tus sesiones de estudio y te tomes el tiempo para comprender realmente los conceptos.
7. Forma un grupo de estudio:
Estudiar con otras personas tiene muchas ventajas, ya que todos tienen diferentes habilidades y pueden aprender unos de otros. Además, seguir los consejos simples que explicamos anteriormente con los miembros de tu grupo, también puede ayudarte a lograr la dinámica perfecta para que tu grupo de estudio sea un éxito y todos los miembros obtengan los mejores resultados posibles.
Consejo adicional:
¡No entres en pánico! Los exámenes son importantes. Lo entendemos. Sin embargo, no es necesario ponerse ansioso o sacrificar cada segundo libre que tengas para repasar. Sigue los consejos que te hemos dado, mantente organizado, descansa lo suficiente, continúa divirtiéndote, practica ejercicios de atención plena y, lo más importante, antes de comenzar el examen, respira profundamente y haz todo lo posible.
Recuerda, lo mejor que puedes hacer es dar lo mejor de ti, y eso es suficiente. ¡Te deseamos buena suerte!